sábado, 13 de diciembre de 2014

Los otros

Aquí podremos encontrar trabajos realizados por escritores que no se plantean con engorrosa y ensimismada actitud su posición de acreedores de una verdad cuyo papel no está sobre nada más que el deseo. Estos jóvenes que no sobrepasan los 35 años están fuera del circuito literario,hasta externos al movimiento provincial por pisar otras tierras. Con ustedes, los otros.


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domingo, 9 de noviembre de 2014

Artes Visuales en Rayos y Centellas



Rayo

Nació en Salta, Argentina hace varios años atrás. Se introdujo en la escritura literaria a partir de los 6 años de edad mediante un cuaderno de apuntes personales. La influencia de sus padres con ciertas dotes artísticas, y por sobre todo la presencia inconfundible de su abuela la llevarían a través del juego, la canción y la locura a desarrollar un espacio de contención en el arte.
Intervino la ciudad con trabajos en calidad de murales dentro y fuera de la ciudad, pintando y esculpiendo con metales en vivo en la Plaza 9 de Julio de la Ciudad de Salta y en la Galeria El Palacio. Realizó instalaciones y performance desconfigurantes y sombrías.
Ha participado en revistas literarias locales -La Valquiria /Sonámbula En libros como la "Antojología" de Sonámbula, en 2013; la antología de La Juntada del Festival de Poesía Joven Argentina , en 2014.
En el mes de Octubre del corriente año (2014) lanzó su primer fanzine "Rayo Azul" y el blog del mismo, a su vez se encuentra coordinando un espacio taller "Rayos y Centellas"

domingo, 2 de noviembre de 2014

2º encuentro


(1º de noviembre de 2014)

2º Encuentro
Espacio Cultural “Rayos y Centellas”
Taller de escritura creativa

Carla Melina del Rosario Vaca

Para el 2º encuentro se designó una consigna: trabajar un texto usando los medios que se crean necesarios eimprescindibles para cada creador usando cuatro (4) palabras (coyuyo-power ranger-máquina de coser-Poe)
He aquí los resultados.



Autor: Irene Alejandra Perez




 Panfleto feminista de La metamorfosis de la coyuyo.

Escucho tu cantar y me puedo sentir…

Sé que le pertenezco a ese cantar, pero ¿cómo hago para llegar a vos con este cuerpo de niña en transición? si recién puedo resurgir de lo más obscuro de la tierra, de la infancia abrigadora de mi madre y ahora con su muerte lo único que me queda son las ganas de poder devolver a la tierra otra hija más que borre la incertidumbre de la muerte convirtiéndome en madre.

Mis alas están muy cansadas, no voy a poder soportar mucho más este andar, siento el lugar correcto, pero ¿cuál será? Siento que en unos instantes no voy a poder seguir volando, pero todavía no lo encuentro y voy a tener que parar.

 Ese canto es mío, pero como hago para que me veas a mí? Como hago que me sientas, si en mi condición de mujer no hay cantar? Tengo que encontrar ese lugar correcto dónde del horror que sale de esta transformación surja la belleza incomparable de mi ser ya convertido en mujer, necesito el lugar perfecto donde depositar este cuerpo de niña, de muñecas, rayuela y elástico.

Que esta metamorfosis no sea solo el culminar de mi infancia, que pueda ir más allá, que pueda demostrar la transición de mi interior como lo demuestra en el exterior. Porque antes de este cambio he sufrido más de mil y sufriré mil más, porque he destruido intensamente todos los paradigmas sociales estereotipados para poder construirme en lo que hoy soy realmente y me seguiré destruyendo y reconstruyendo, porque no soy lo que se supone de mí, más bien soy lo que voy construyendo y deconstruyendo a lo largo del viaje, soy la revolución permanente, pero no la de Trotsky, soy la revolución permanente que presupone la búsqueda de mi identidad.

Y ahora que es la hora de mi entrega al deber ser, no pienso sublimar mi ser, porque soy objeto de mi y para mi, porque frente a vos me paro y me entrego como lo que soy. Porque soy la ternura y el horror conjugados en un nuevo adjetivo, la mas puta, la mas sensible, la que cuestiona, la que indaga, la histérica, consiente de su histeria, la que va mas allá del lenguaje y todo eso soy y también soy carne. Que siente, que se calienta, se moja, se toca, explota con cada orgasmo. Porque soy sujeto y como tal, quiero ser tratada.

Quiero que me sientas mas allá de mi genitalidad, que me sientas mas allá del jadear permanente de nuestro amor, que sientas cada pequeña muerte que he vivido y cada resurrección, que al entregarnos en este deber ser maravilloso seamos uno en cuerpo y también en pensamiento, que me sientas como yo ya te siento.

Y aquí de pie en este marco frío de una ventana, que revela los secretos de un hogar nostálgico en reconstrucción me paro aún consiente de mis últimos aleteos para elegir el lugar correcto que mejor pueda interpretarme. Y me miro en la tele, en ese programa para niños power ranger y no logro distinguirme en esa frivolidad austera de contenido, donde la femineidad no se expresa ni se  siente. Entonces poso mi mirada en esa máquina de coser ancestral que liberó a tantas mujeres de la economía domesticadora del macho prepotente así como también esclavizó a tantas otras en su rol de mujer objeto sin sujeto y me vuelvo a dar cuenta de que tampoco me puedo sentir ahí en ese objeto liberador y esclavista de la estética sin sustento de sí misma. Necesito un espacio en el librero, dónde el horror sea bello, dónde el lenguaje se destruya y se recomponga en la armonía absoluta de la nostalgia de lo que fue con lo que será. Ya mis patas están entumidas y no se pueden mover más, pero quizás con ésta última brisa me pueda acercar y tal vez posar sobre la belleza del corazón delator, de Edgar Allan Poe.







Autor: Carla Melina del Rosario Vaca


Noche

Es muy tarde y se espera mucho de mí.
Hoy soy yo con esta máquina de coser que se le rompe la aguja y se deshace, y me mira enojada porque está muy cansada.
Aullido en mute.
Libero las telas a su paso punzante, se unen.
Y las uñas que me comí no pueden decirme que no terminé
No las dejo.
Al fondo, a la izquierda, debajo del mueble contra la cama
Entre los libros mal fotocopiados del profesorado
Vaga el ahogo negro de Poe.
Escala, se cae y murmura con olores que destilan el cariño de la botella.
Se arrastra y me recuerda que estoy parada una tarde:
No tengo tetitas y estoy preocupada por matemática,
Que si no termino la tarea mi papá me pega;
Pero yo miro Magic Kids, están pasando los Power rangers
Y yo soy Trini porque es la inteligente y pelea,
vuela como pelota y tiene a
Dientes de sable,
 nadie puede lastimarla.
Mañana

Quizá me toque la suerte del coyuyo.
Me entierro en esta cama y pienso y siento y salgo una mañana,
 quizá mañana,
 a cantar para gozar.
Lástima que seguro me caigo del árbol,
mientras meo,
toda verde y gloriosa.

 la niña rayo





Autor: Lobo de Crin

Dos habitaciones, dos mundos. Yo debería estar cuidando el mundo del otro, pero decidí dejarlo al cuidado de los power rangers, lo que pasa sobre la vieja máquina de coser de mi abuela es mucho más importante, la venita de mi pierna se excita viendo el desparramo de utensillos sobre ella, en breve me transformaré en un personaje de edgard alan poe o quizás de lovecraft dependiendo el viajecito. Todavía no usé esta y ya pienso en la próxima. La aguja y la venita hacen el amor sin cuidarse, ella acaba dentro suyo sin aviso. a veces creo que el golpe al cerebro viaja a la velocidad de la luz, miro por la ventana y veo a alguien, se parece a mí, como si fuera un yo del futuro, yo en el futuro veo hacia adentro de mi habitación por esa misma ventana y lo único que veo es una vieja cascara de coyuyo.
Lobo de Crin